Chesterton escribe desde una perspectiva cristiana: para el, el cristianismo es como la llave que permite abrir la cerradura del misterio de la vida, porque hace encajar las distintas piezas (Autobiografia). Los dogmas no son una jaula, sino que marcan un camino hacia la verdad y la plenitud; de hecho, todos tenemos dogmas, mas o menos inconscientes, que es otra de sus tesis recurrentes. Sus argumentos nunca son teologicos, sino basados en la razon, la experiencia y la historia, y en defensa de la sensatez -en ingles sanity- ante el alocado mundo moderno, al que sin embargo amaba, implicandose profundamente en su transformacion a traves de sus escritos y sus empresas periodisticas, como el GK's Weekly. El punto de partida de Chesterton es el asombro por la existencia, pues podriamos no ser. Hay un mundo real ahi fuera que -a pesar de sus contradicciones- es esencialmente bueno y hermoso, y por tanto hay que estar alegres y llenos de agradecimiento. Pero ni el mundo, ni la existencia personal ni la colectiva estan resueltas, en el sentido de comprenderlas perfectamente. Son un misterio -o conjunto de misterios- que tenemos que desentranar. Por eso, a Chesterton le gustan tanto las novelas de detectives, y por lo mismo, sus escritos tienen un importante contenido filosofico (por su metodo y su profundidad)15 y sociologico (por la agudeza de su analisis social).16 La razon es un instrumento para conocer el mundo, pero solo uno mas: el arte, la imaginacion, el misticismo o la experiencia de la vida son otras tantas herramientas imprescindibles. Como el mundo moderno solo confia en ella, genera comportamientos o ideas mas o menos irracionales o cuando menos, poco racionales; "Loco es aquel que lo ha perdido todo menos la razon" (Ortodoxia, Cap.1). Por lo mismo, Chesterton es profundamente enemigo del sentimentalismo, la contrapartida del racionalismo.